Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla, 1617 – 1682) Inmaculada Concepción (La Colosal), hacia 1650. Óleo sobre lienzo, 436 x 297 cm Desamortización (1840) Museo de Bellas Artes de Sevilla
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
San Mateo, conocido también como Leví o el publicano, fue uno de los doce apóstoles originales y uno de los cuatro evangelistas de la religión cristiana. Rubens personifica al apóstol como un joven imberbe con melena castaña sujetando una alabarda, símbolo de su martirio, de época contemporánea al artista (siglo XVII). Rubens probablemente se inspiró en fuentes gráficas, como las estampas de Peter Isselburg (ca. 1568/80-1630), para confeccionar este cuadro perteneciente al apostolado de Lerma, pintado entre 1610 y 1612.
Mateo está citado en los Evangelios como Leví, hijo de Alfeo y Cleofás, publicano y recaudador de impuestos en Cafarnaúm (Mateo 9,9, Marcos 2,14, Lucas 5,27-29). Existen pequeñas diferencias en el tratamiento que dan a Mateo los distintos Evangelios.
En el Evangelio de Lucas se le llama Leví. En el de Marcos se le da el nombre de Mateo en la lista de los apóstoles, pero se le llama Leví cuando se relata la historia de su vocación. Según los tres sinópticos, lo dejó todo cuando le llamó Jesús. Ese mismo día hizo una gran fiesta a la que asistieron Jesús y sus discípulos.